Largas carreteras, áridos paisajes y la sensación de estar recorriendo la arteria principal de «la tierra de las oportunidades».
La Ruta 66 es una de las experiencias más míticas para cualquier motero y que, no es tan difícil de hacer realidad.
La «Carretera de América» no es la única ruta pero sí la más famosa.
De Chicago hasta Los Ángeles o viceversa.
De California hasta Michigan pasando por Nevada, Arizona, Nuevo México, Texas, Oklahoma, Misuri e Illinois al ritmo de A Little Less Conversation o American Piesonando de fondo en cada bar de carretera.
Nueve estados en los que los 3.935 kilómetros pasan a los 4.500 «con la subida a Las Vegas o al Gran Cañón».
Una aventura dividida en 15 etapas de entre 200 y 500 kilómetros diarios.
Los siguientes consejos os pueden ser de gran utilidad:
Dónde comer o cenar en la ruta
La 66 recorre la América profunda, lo que quiere decir comida más casera, sin olvidar el plato estrella: las hamburguesas.
Hay puntos que destacan como el Bagdad Cafe, de Newberry Springs, en California.
Chili con carne, hot dogs, hamburguesas de búfalo y cerveza fría son la identidad del Delgadillo Brothers, de Seligman, en Arizona.
El Big Texan de Amarillo (Texas) ofrece un reto para los amantes de la carne: una competición en la que quien sea capaz de comerse un chuletón de 2 kilos sobre el escenario, cenará gratis.
Si no lo consigue, el precio a pagar es de 75 dólares.
Durante la ruta, una parada en Yermo (California) es obligatoria para conocer el auténtico Peggy Sue’s, y disfrutar de hamburguesas y pasteles en un ambiente de los años 50.
También en el estado de la costa oeste se encuentra el Emma Jean’s Holland Burguer: un histórico y pequeño restaurante de comida rápida.
Y de postre, para los más golosos, unos deliciosos cinamon rolls en Mid Point (Adrian, Texas).
¿Cuántos días hacen falta?
Hacer la ruta en menos de quince días implica recorrer distancias muy largas cada día y no disfrutar al máximo la aventura.
Quince días permite hacer una parada de dos noches en Santa Fe, un lugar con encanto y un descanso apetecible.
En Las Vegas se para también dos noches, donde todo el mundo se sumerge en el bullicio, los casinos, la música y los espectáculos.
Aunque a muchos, al final de la experiencia, se les habrá hecho corta.
Posibles problemas que puedan surgir durante la ruta
En cuestión de salud, en Estados Unidos los medicamentos los dispensan los médicos, por lo que es conveniente llevárselos de España.
Hay que tener en cuenta que la ruta pasa por zonas desérticas con altas temperaturas y falta de humedad, lo que puede provocar deshidratación.
Es muy importante beber diariamente entre dos y tres litros de agua o bebidas isotónicas, e ir haciendo paradas cada hora u hora y media para refrescarse.
¿Nos cabe el equipaje en la moto?
Es mejor viajar con pocas mudas y guardar sitio para posibles compras.
La mayoría de los hoteles disponen de lavadoras y secadoras en las que hacer la colada por unos tres dólares.
Por si acaso, se recomienda llevar algunas pastillas para la lavadora en la maleta.
¿Cuáles son los límites de velocidad de la ruta? ¿Nos pueden poner una multa?
Los límites de velocidad varían por estados y carreteras.
Dentro de las poblaciones es de 30 millas por hora mientras que en la carretera suele fijarse en 65 millas. Aunque no hay radares fijos, los coches patrulla sí que llevan radar, y pueden multar e incluso detener a quienes circulen a altas velocidades.
¿Cuál es la mejor época para hacer la ruta?
De julio a septiembre.
Son los meses más calurosos pero en los que se concentra la mayor afluencia de moteros.
Entre octubre y abril puede haber nieve y bajas temperaturas, por lo que no es recomendable.
En mayo y junio las temperaturas son más benévolas, aunque también hay más probabilidad de lluvias.
¿Qué clase de permiso hay que tener para poder alquilar la moto?
Para alquilar motos en Estados Unidos hay que tener el permiso de conducir necesario en el país de origen.
¿Dónde dormir?
Los hoteles en la ruta son los típicos moteles americanos en los que se acostumbra a aparcar la moto en la puerta de la habitación.
Son moteles bien acondicionados, limpios, con wifi, montones de canales de televisión y desayuno continental.
En las grandes ciudades hay hoteles con parking para las motos.
Para los que preferís hacer la ruta por Europa, os dejamos una selección de las 5 mejores rutas:
Bretaña Francesa
La Bretaña francesa es una de las favoritas. Paisajes diferentes, pueblos con encanto, los crêpes originarios…
Se inicia la ruta en Nantes, hacia el pintoresco Rochefort-en-Terre, con preciosas casas de piedra señoriales y balcones profusamente decorados con flores de mil colores.
Vannes, a pesar de ser una ciudad de tamaño medio, hay un centro histórico con típicas casas bretonas muy interesantes.
Es precioso Concarneau y su centro histórico amurallado, pero el lugar más especial es Locronan, un pequeño pueblo de negra piedra y musgo donde la tranquilidad emana de todas partes.
Tras pasar por el cabo de Pen-Hir, en la península de Crozon, debemos ir hacia el norte, para acercarnos a Ploumanac’h y su costa de granito rosa.
Posteriormente, Dinan, uno de los pueblos más bonitos de la Bretaña, con sus casas con vigas vistas y su tranquilo puerto fluvial.
Finalizaremos la ruta con la joya de la corona: Mont-Saint-Michel.
Esta abadía se sitúa en un pequeño peñasco adentrado en la costa atlántica, que queda aislado excepto por su camino de entrada en función de las mareas.
Kilómeros: 900
Estado: Buen estado de las carreteras, posibilidad de autopistas en algunos trayectos, aunque lo recomendable sería desviarse de las vías principales y disfrutar de la primorosa red de carreteritas secundarias francesas.
Época del año: Primavera y verano.
Gasolina: Hay gasolineras en cada población importante.
Ruta Noruega
El viaje a Cabo Norte es mítico, y cualquier motero que se precie está obligado a ir al menos una vez en la vida.
Pero Noruega no es solamente Cabo Norte, ya que ofrece unos paisajes naturales que bien merecen un viaje, incluso sin llegar a latitudes tan septentrionales.
La zona sur de Noruega es famosa por sus fiordos, y para buscarlos nos dirigiremos al norte por la E39 y E15 hasta el fiordo Geiranger, quizá el más hermoso.
Recorrerlo por la carretera 63 es imprescindible.
Si seguimos esa carretera llegaremos a la escalera de los Trolls, o Trollstigen, quizá la más mítica de las carreteras escandinavas.
Cerca de ahí, entre Vervang y Kristiansund nos encontraremos otra mítica carretera, la Atlantic Road, que va saltando de isla en isla por puentes curvados de ingeniería imposible.
Desde ahí tendremos que adentrarnos en la tundra durante más de 1.000 kilómetros para alcanzar nuestro siguiente objetivo, las islas Lofoten.
Son un archipiélago de más de una decena de islas con montañas que superan los 700 metros de altura, de un verde impresionante.
Pequeñas ensenadas, fiordos, puentes imposibles y estrechas carreteras son una auténtica delicia para cualquiera que se aventure a recorrerlas.
Lo ideal es tomar el ferry desde Bodø hasta Moskenes, para avanzar dirección norte.
No debemos perdernos Reine, quizá uno de los pueblos más bonitos del mundo, ni tampoco perdernos Henningsvær
Abandonaremos las islas por su extremo norte, por el puente de Tjelsund.
Desde aquí hasta Cabo Norte aún nos quedarán casi 800 kilómetros de tundra y paisajes de otro planeta.
Kilómetros: 1.750 de Bergen a las islas Lofoten
Estado: Carretera en buen estado. Varios ferrys.
Época del año: Por supuesto, verano.
Transfagaran Road
Es una de las rutas míticas para los moteros, y el exotismo de rodar por Rumanía es un plus.
La Transfagarasan es una carretera creada por el gobierno en la época de la guerra fría para el traslado rápido de tropas a través de los Cárpatos.
Lo ideal es recorrerla de sur a norte, desde Curtea de Arges hasta Cârtisoara.
Asciende en un sinfín de curvas a través de los bosques de abetos de la cara sur de los Cárpatos rumanos, hasta alcanzar el lago Vidraru.
Posteriormente seguir ascendiendo hasta los 2.000 metros de altitud, atravesando el túnel más largo y a más altura de Rumanía.
Una vez allí arriba, podremos admirar unas impresionantes vistas de Transilvania, hacia donde descenderemos en una fantasía increíble de curvas, lazadas y virajes.”
Kilómetros: 120
Estado: Buen asfalto en general, aunque la primera parte puede estar bacheada
Restaurantes: Existen un restaurante rodeado de pequeños puestos de souvenirs a poco de iniciar la bajada del lado norte.
Época del año: En verano, ya que hasta junio generalmente permanece cerrada. El 15 de agosto hay verdaderas peregrinaciones de turismo local, por lo que no es recomendable recorrerla en esa fecha.
El frente litoral del País Vasco
Iniciaremos marcha en Hondarribia, puerto pesquero cercano a la frontera francesa.
Desde allí tomaremos la carretera GI-3440 que nos llevará por todo lo alto del monte Jaizkibel camino de Donostia.
Pero antes de llegar a San Sebastián es obligado parar en Pasaia.
Si seguimos por la costa llegaremos a Zarautz, Getaria y Zumaia, por la N-634.
Allí podremos ver el famoso flysch, los acantilados formados de estratos rocosos.
Un gran lugar para apreciarlos es la ermita de San Telmo, en Zumaia.
Siguiendo hacia el oeste atravesaremos Deva o los preciosos pueblos pesqueros de Ondarroa y Lekeitio.
Pocos kilómetros más nos separan de la asombrosa ermita de San Juan de Gaztelugatxe, situada en un islote.
Aunque se debe acceder a pie, vale la pena el paseo.
Y antes de finalizar la ruta en Bilbao, vale la pena dejar por unos momentos la costa para llegar hasta el castillo de Butrón.
No esperes una visita, ya que está cerrado al público.
Pero llegar hasta su puerta y admirar su enrevesada arquitectura vale la pena.
Kilómetros: Unos 200 kilómetros
Estado: Firme en buen estado, aunque puede estar húmedo en invierno
Época del año: primavera o verano
Dónde comer: Es el País Vasco… ¡En cualquier sitio!
Albania
Albania es sin duda un país diferente al resto de Europa.
Pero le queda poco tiempo de serlo a tenor del cambio producido en pocos años.
La ruta se adentra en el lado más aventurero de Albania, así que es indispensable una moto trail y ciertas habilidades en conducción por pistas.
Desde el sur de Albania, cerca de Korçë encontraremos la carretera -por decir algo- SH71.
Discurre a la derecha del estrecho valle del río Devoll, con bonitas vistas durante todo el trayecto.
El valle se estrecha en los primeros kilómetros, para después abrirse a la planicie de Elbasan, ciento cincuenta kilómetros después.”
Una vez en Elbasan avanzaremos por la SH3 unos kilómetros para desviarnos hacia el norte dirección Sericë y Qafë para enlazar con la SH54 que nos llevará a Tirana.
Esta pista, avanza por las verdes montañas albanesas, con un paisaje sorprendente a tenor de lo que podemos comprobar en el resto del país.
Además encontraremos algunos de los famosos bunkers que como champiñones de cemento van recordándonos la historia comunista del país durante todo el recorrido.
Kilómetros: 250
Estado: pista de tierra con algunas piedras
Gasolineras: En Korçë y Elbasan
Restaurantes: Difícilmente encontraremos