La mayoría de ellas aparecían en aquellas míticas cartas de Supermotos en las que nos aprendíamos de memoria su potencia, velocidad, peso, revoluciones por minuto e incluso la aceleración de 0 a 100.
Pero vamos a recordar algunas de las motos más emblemáticas que nos encontrábamos en la calle en los maravillosos años 80 y con las que muchos, siendo todavía unos niños, soñábamos tener algún día.
¿Conseguiste alguna?
Mobylette Cady
Puch Condor
Otro gran icono de la época.
La Puch Condor que la fábrica asturiana lanzó a principios de los 80 pensando en el campo.
Montesa Enduro H7
Aunque la marca catalana Montesa hoy en día está especializada en motos de Trial, en los años 80 ocupó un lugar importante dentro del sector con modelos como la Enduro H6 o H7.
¿Cúanto hacía que no veías una?
Bultaco Pursang
Seguimos en Cataluña con otra marca de motos mítica de aquella época: Bultaco.
Y destacamos uno de sus modelos, la Pursang que se fabricó desde 1967 hasta principios de los 80.
Es curioso como en aquella época motos que eran diseñadas para motocros adquirían tanto éxito que llegaban a poblar nuestras carreteras.
Rieju MR80
Rieju, otra empresa catalana que consiguió estar en la cabeza del sector en los años 80.
Rescatamos uno de sus modelos emblemáticos, la MR80.
Derbi Yumbo FD
¿Qué me decís de la Derbi Yumbo FD?
Junto a la Puch Condor fueron las grandes triunfadoras de la época y sus inconfundibles colores blanco, rojo y azul se veían por todas partes.
Sigue teniendo su encanto.
Honda MTX
En 125 y 200 cc. la Honda MTX no pudo contra sus grandes competidores a principios de los 80 pero no cabe la menor duda de que fue otra de las motos míticas de aquella época.
Honda Dominator
Pero a finales de los 80 Honda lanzó al mercado un modelo con el devastador nombre de Dominator, también conocida como NX.
Capaz de alcanzar los 155 hm/h. aquello ya eran palabras mayores y la mayoría nos tuvimos que conformar con ver esas llamas color naranja.
Yamaha DT80
La marca que por aquel entonces era todo un sinónimo de calidad, lo más, como ocurría con Levi’s en el terreno de los vaqueros, o Pioneer en todo lo relacionado con la música, en las motos era Yamaha.
La DT80 era toda una señora moto que se anunciaba como que se podía conducir a partir de los 16 años.
Y algunas de las mejores motos deportivas eran estas:
Honda CBR600F 1987
Las deportivas de cilindrada media tuvieron un antes y un después del nacimiento de la CBR600F.
Ya había habido modelos superdeportivos de cilindrada media, se había implantado la refrigeración por agua y había aumentado la potencia respecto a los modelos de principios de los años 80, pero la Honda unía varias características que desembocaban en una moto realmente notable.
El motor era muy potente, ya cerca de las cifras actuales de las supersport, de hecho su arquitectura, con algunos matices es similar a la de los actuales.
Por otra el chasis de doble viga de acero combinaba estabilidad con facilidad de conducción, y el hecho de equipar ruedas de 17”, las que se estaban conformando como el calzado de las deportivas, la permitió prolongar su vida sin cambios.
Finalmente la carrocería «Aero», que escondía casi todos los órganos mecánicos la acercaba a los modelos de competición.
Fué la reina del mercado y de los circuitos.
Honda VFR750R RC30 1987
Sin duda la moto de la década, un mito que sigue estando en la mente de todos.
Honda lanzó sus primeros modelos con motores de cuatro cilindros en V a principio de la década de los 80, pero ninguno de ellos, ni las VF750F primero, ni las VFR750F después, lograron afianzarse como deportivas por su poca habilidad en los circuitos.
La nueva armada de Honda, que recogía las enseñanzas de la NR500 de Gran Premio, se componía de modelos deportivos, pero no lo suficientemente radicales como para batirse con éxito en los circuitos.
La respuesta fue la «RC30», una de las motos de serie más cercana a una moto de carreras.
La VFR750R disponía de un chasis pequeño y ligero, un motor potenciado con cambio de relación cerrada, y dotado de piezas tan exclusivas como bielas de titanio.
Los componentes eran de primera línea, la carrocería monoplaza se desmontaba como las de competición, la posición de conducción sólo era válida para un circuito.
Además llegaba con un kit de competición accesorio, que convirtió una Honda por fin en la reina de las pistas.
La RC30 ganó las dos primeras ediciones del Mundial de Superbike y multitud de otros campeonatos de esta categoría, de resistencia, varias ediciones del TT, y se convirtió en la moto más deseada del mundo, algo que todavía sigue vigente.
¿A quién no le gustaría tener una en el garaje?
Una moto cuyo diseño ha sido seguido más tarde por otras muchas, pero que, sobre todo, será recordada por ser la primera moto de carreras matriculable.
Yamaha FZR1000 1989
Más conocida por todos como la «Exup».
La segunda versión de la Yamaha FZR fue una moto de verdadero éxito, cuya estructura básica se mantuvo con pocas alteraciones hasta la llegada de la YZF-R1 a finales de la siguiente década.
La primera versión de un litro de la serie FZ había nacido un par de años antes, pero fue esta segunda la que alcanzó el verdadero éxito.
Su motor de 145 CV era en esos momentos lo máximo a lo que se podía aspirar, y su válvula de escape, bautizada como EXUP, acabó por convertirse en su apodo.
Las culatas disponían de cinco válvulas en cada cilindro, que estaban muy inclinados hacia delante, lo que permitía bajar la zona delantera del chasis y adelantar el peso.
La doble viga, siguiendo las líneas de las motos de superbike, estaba creada desde plancha de aluminio estampada, y la carrocería, como era norma habitual en ese momento, estaba muy cerca de la de las motos de resistencia que corrían en las 8 Horas de Suzuka.
Era además una moto espaciosa y relativamente cómoda.
Suzuki GSX-R750 1986
Una de las grandes revoluciones de la década de los 80 fue la llegada de los chasis de aluminio, y la primera moto deportiva de masas que los utilizó fue la Suzuki GSX-R750 en 1985.
La gran cualidad de la GSX-R era su ligereza, superior a la de cualquiera de sus contemporáneas.
Además con esta moto Suzuki estrenó también su sistema SACS que en vez de emplear agua para refrigerar, suplementaba la refrigeración por aire con inyectores internos de aceite, lo que también disminuía el peso total.
Kawasaki GPZ900R 1984
La nueva moto nació como la primera tetracilíndrica de la marca con una cilindrada de 908 cc, pero dotada de refrigeración por agua y culatas de cuatro válvulas.
La nueva moto inauguró el nombre de «Ninja» y se convirtió en la moto más rápida del mercado.
El chasis era poco tradicional, porque en vez de una cuna como era habitual, Kawasaki prefirió dotarla de un bastidor de espina central, con el motor colgado.
También seguía la tendencia de la competición en componentes, con sistema antihundimiento en la horquilla, suspensión trasera progresiva y una llanta delantera de 16”.
La GPZ900R fue la antesala del boom de las deportivas japonesas, la primera moto que no sólo contaba con un motor muy potente, sino con un chasis y unos componentes al nivel de los productos europeos.